martes, 20 de noviembre de 2012

Caudillo Franco, salvaste a España. Nuestro agradecimiento y grato recuerdo.


http://www.fnff.es

La fecha del 20 de Noviembre, fecha señalada en el calendario de las efemérides nacionales nos convoca, a los españoles que conservamos viva la memoria de la verdad histórica, a la oración, el recuerdo y el homenaje a Francisco Franco, a José Antonio y a cuantos dieron su vida por Dios y por España.

ORACIÓN, porque es un deber cristiano rezar por los difuntos y de un modo especial por aquéllos que hicieron pública confesión de su fe, pusieron su espada al servicio de la Cruz , derramaron su sangre generosa en defensa del Altar y ampararon, tutelaron y devolvieron la dignidad merecida a nuestra Santa Madre la Iglesia.

Oración por José Antonio y por los innumerables mártires que en defensa de la Fe y de la Patria regaron con su sangre la tierra española para que en ella fructificara la paz.

Oración por Francisco Franco, católico ejemplar, que así daba testimonio en su último mensaje al pueblo español: “En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia en cuyo seno voy a morir” y - en otra parte de su testamento político- “Pido perdón a todos, como de todo corazón perdono a cuantos se declararon mis enemigos sin que yo los tuviera como tales. Creo y deseo no haber tenido otros que aquellos que fueron de España” 

RECUERDO, porque permanece viva en la memoria la gesta heroica y martirial de quienes salvaron a España de manos de aquéllos que quisieron dejarnos sin Dios y sin Patria; memoria viva y permanente para los que no hemos sido anestesiados por la amnesia colectiva , que los que niegan la verdad y tergiversan la historia pretenden imponernos.

HOMENAJE , porque “es de bien nacidos ser agradecidos” y no ocultamos nuestra admiración y nuestra gratitud a Francisco Franco, a José Antonio y a quienes hicieron posible que España recobrara su Unidad, su Grandeza y su Libertad .

Con este triple sentimiento, nos congregamos en este día y elevamos nuestras oraciones para que el Todopoderoso conceda el descanso eterno a quienes nos precedieron en el combate por Dios y por España y para que nuestra Patria enderece su rumbo y camine de nuevo por la senda de la unidad y la catolicidad que secularmente les han sido propias. 

lunes, 19 de noviembre de 2012

José Antonio Primo de Rivera: ¡¡PRESENTE!!


"Ojalá fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas cualidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia"


¡¡¡PRESENTE!!!

miércoles, 31 de octubre de 2012

A 79 años del acto fundacional de La Comedia… José Antonio





Por Blas Piñar 


 Basta decir su nombre para saber que se trata de José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia. No hacen falta los apellidos. Esto es así, sin duda, porque José Antonio identifica, con este nombre, a un personaje excepcional, a una figura clave de la historia española contemporánea. De él hay que resaltar lo que en su biografía política es más importante, aquello que, por ejemplar, tiene magisterio para el día de hoy, tanto entre nosotros como más allá de nuestras fronteras. El protagonista aparece en el escenario de un teatro madrileño. En “La Comedia” pronunció el discurso fundacional de la Falange. Fue el 29 de octubre de 1933. Yo era un chaval de 13 años. Vivía en Toledo. En aquel entonces no eran muchas las familias con aparatos de radio en sus casas. Nosotros no lo teníamos, pero supe que podría escuchar ese discurso en la de un matrimonio amigo de mis padres. Vencí todo respeto humano y me fui a ver a esos amigos y a rogarles que conectaran con la emisora. No he podido olvidarlo. Antes de que hablase José Antonio, el ambiente en el local, lleno hasta desbordarse, contagiaba a través de las ondas. El locutor hablaba no sólo del lleno absoluto, sino del entusiasmo de quienes se habían congregado en el mismo, y hasta de unas octavillas de adhesión al acto, de jóvenes del Partido Nacionalista de Albiñana. Oí el discurso con un silencio emotivo. Me impresionó; mejor dicho, me conmovió, y me convenció José Antonio. Interpretaba, daba a conocer, decía en público, lo que yo, un adolescente entonces, pensaba y sentía, y que era, en síntesis, aquello que, sin saber exponerlo con gallardía, aprendí de mis padres y me enseñaron en el colegio. En el prólogo que tuve el honor de escribir para la sexta, séptima y octava edición del libro de Felipe Ximénez de Sandoval, José Antonio. Biografía apasionada, que editó Fuerza Nueva muchos años después de aquel acto, di una versión similar a la que acabo de exponer. En Toledo, y en el Cine Moderno, hubo un acto-presentación de la Falange el 24 de enero de 1935. Asistí. Alguien, siendo ya Notario de Madrid, me envió una foto, en la que yo entraba en el patio de butacas, donde, por cierto, no encontré lugar y tuve que subir al “gallinero”. Habló José Antonio, al que encontré triste, a la vez que brillante. Brillante porque había un público que le vitoreaba y aplaudía, y era lógico que lo agradeciese; y triste porque quien le había precedido en el uso de la palabra no estuvo muy acertado. Por la tarde se celebró un partido de fútbol, que presencié, entre un grupo de falangistas madrileños y otro de falangistas toledanos. No tuve ocasión -era un chiquillo- de conversar, ni siquiera de dar la mano a José Antonio. Hay que situar a José Antonio en su tiempo, es decir en los años posteriores al término de la Primera Guerra Mundial, la de 1914 a 1918. Los cimientos de Europa se estremecían profundamente y la revolución rusa, con la implantación de un régimen comunista que proyectaba el marxismo a las naciones del continente, produjo, como lógica respuesta, el nacimiento y la llegada al poder de partidos políticos que se oponían con valor al desmantelamiento de las mismas. Estos movimientos políticos se acostumbra a denominarlos “fascistas”, con ánimo despectivo, y, en general, se entiende que así lo son por significarse políticamente usando las camisas de color (negras, pardas, verdes, azules, doradas). Sobre ambas cosas quiero pronunciarme, para perfilar la figura de José Antonio y de su partido. ¿Fue José Antonio fascista? Mi respuesta, “Sí y No”, puede sorprender, pero el que sorprenda no equivale a decir que sea desacertada. Prescindiendo de lo que la palabra fascista tenga de despectivo, el “Sí” corresponde a una generalización gramatical del fascismo italiano, que abarca y comprende a los partidos políticos antimarxistas y no capitalistas, a que antes hicimos referencia. Pues bien, lo que tenían en común el fascismo italiano y los grupos políticos a los que así se les califica no era su filosofía política esencial, que era distinta, sino el hecho de pretender y esforzarse en reencontrar las propias raíces nacionales, su identidad histórica; y en última instancia los valores básicos de la civilización occidental. La calificación de fascismo y de fascista tiene su origen en la propaganda dirigida por Moscú, que arrojó con desprecio una y otra palabra a quienes no militan en la izquierda, e incluso a los que militando en ella, como ocurrió con el POUM, o la FAI, en nuestra guerra, no apoyaban al comunismo “ortodoxo” de la URSS. La comparecencia, y al unísono, de los movimientos políticos nacionales, hizo que aquellos que alcanzaron el poder en sus países influyeran en los que trataban de conseguirlo. Pero una cosa es ser fascista y otra reconocer la influencia del fascismo. Una cosa es llevar una camisa de un color determinado y otra que el que la lleva sea un fascista. Probablemente es el color de la camisa el que pone de manifiesto su contextura política. De aquí que la respuesta “Sí y No” no sea contradictoria. José Antonio y la Falange fueron fascistas, si con esta denominación se engloba a los movimientos políticos nacionales surgidos después de finalizar la guerra de 1914 a 1918. Pero ni José Antonio ni la Falange fueron una sucursal española del fascismo italiano. Tampoco, ni mucho menos, fue José Antonio un discípulo aventajado de Adolfo Hitler. Si el nacional-socialismo hizo de la raza el pedestal supremo del nacionalsocialismo; si el fascio nació y creció al servicio del lema “todo en el Estado”, si incluso -aunque desde un planteamiento diferente- el Partido Comunista lo hizo en la clase obrera, José Antonio, que fundó un movimiento nacional-sindicalista, reconoció la importancia de los cuerpos intermedios, y proclamó que, políticamente, el hombre ha de ser considerado ante todo como un ser portador de valores eternos. El hombre como un ser portador de valores eternos Más cerca estuvo el fundador de la Falange del rexismo belga de León Degrèlle, y de la Guardia de Hierro o Legión de San Miguel Arcángel (pues con ambos nombres fue conocido), que fundó en Rumanía Cornelio Zelea Codreanu. En ellos, como en José Antonio, está vivo el propósito de aproximar en la medida de lo posible la Ciudad del hombre a la Civitas Dei.Esta vinculación del hombre portador de valores eternos a la “polis” la puso de manifiesto José Antonio de un modo admirable al configurar al falangista, no como un militante de los partidos políticos de la democracia inorgánica, al que se entrega un carnet, y que paga una cuota mensual, que participa en unas elecciones, como elector o elegible, sino como persona que se juega en esta vida su futuro eterno. José Antonio quería un militante sui generis; mitad monje y mitad soldado; no para dividirlo, como le han criticado algunos, sino para completarlo interiormente y fortalecerlo. Para José Antonio, ser monje es tanto como ser un soldado de Cristo, y ser soldado dispuesto a dar la existencia por la esencia. Si a la imputación despectiva de fascismo se acompaña, de ordinario, la de extrema derecha, conviene que no olvidemos esta palabra, que se pronuncia o escribe como un insulto, porque José Antonio, como quienes comulgamos con su doctrina, ni siquiera fue de derechas, que es una forma de ser liberal; José Antonio, que detestó el liberalismo -tal y como lo hicieron en repetidas ocasiones los romanos Pontífices- superó el binomio derecha-izquierda de la Revolución Francesa, invocando como valores fraternos lo nacional y lo social, bajo el signo religioso. La sociedad que contemplaba José Antonio no puede, ni debe, concebirse como una cuerda de cuyos extremos tiran dos grupos antagónicos, y que acaban rompiéndola, sino una sola cuerda de la que todos, a la vez, tiran en un solo sentido, sumando fuerzas. Esa es la razón del combate por la Patria, el Pan y la Justicia. Por eso, los Sindicatos verticales deben sustituir a los que no lo son, a los que estimulan la lucha de clases y el enfrentamiento de patronos y obreros, y producen el paro y el cierre de las empresas.  España, unidad de destino en lo universal Su definición de la Patria española como unidad de destino en lo universal revela el modelo de la unidad del hombre, y comprende dos cosas: de una parte, que la unidad de lo diverso se hace a imagen y semejanza del único Dios omnipotente y trinitario porque lo es en tres Personas consustanciales, distintas, y de otra, que el respeto y el amor a la unidad de lo diverso enriquece y fortalece a la Patria. Así lo ha demostrado nuestra historia. Esta concepción de la Patria exige una política exterior determinada, que sólo existe cuando es resultado de una política interior. Aquélla es el fruto lógico de ésta, como el semblante lo es de la salud. Por eso, la doctrina joseantoniana se pronunció contra el separatismo que mutila o fragmenta a la Patria, así como contra el propósito de deshacerla espiritualmente, al perder su identidad, ya que ella forma parte de la diversidad interna, que no la divide territorialmente, y no debilita el espíritu de la nación. ¿Monárquico o republicano? Otro tema sobre el que estimo que es necesario prestar atención, pues se presenta confuso, o prejuzgado, es el de Monarquía o República. ¿Era José Antonio monárquico? ¿Era republicano? Es cierto que estimaba que el 14 de abril de 1931 había fallecido la Monarquía, pero también es verdad que monarquía no es lo mismo que régimen monárquico. La prueba es que el yugo y las flechas, las de un régimen monárquico, fueron escudo e insignia de su movimiento político. El tema a estudiar no es semántico, de dos palabras contrapuestas, sino del contenido político de las mismas, ni tampoco de llamar al jefe del Estado Rey o Presidente. Si es el contenido político lo que importa, hay que saber que hay monarquías absolutas, monarquías liberales, monarquías parlamentarias y monarquías que llamamos tradicionales. Igualmente hay repúblicas que se apellidan de manera similar. En uno y otro caso hay monarquías republicanas y repúblicas monárquicas. Hay monarquías de nombre y que son “repúblicas coronadas” como dijo de la nuestra, y con acierto, Manuel Fraga, o coronas sin monarquía, y hay repúblicas monárquicas que se encubren con el gorro frigio. De aquéllas son ejemplo las monarquías de los países del norte de Europa y de las segundas las repúblicas presidencialistas. Para entenderlo hay que contemplar dos Sistemas, el de la unidad del poder o el de la separación e independencia de tres poderes. Con este último lo que se pretende es que el poder único no se convierta en absoluto, despótico y tiránico. La Revolución francesa quiso sustituir el “Estado soy yo” de Luis XIV, por el triunvirato de tres poderes, a saber: el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Esta independencia, para evitar el abuso, ha fracasado, y no pocas veces, una de ellas, en la España de hoy. El fracaso se debe a que esos poderes se enfrentan, y uno de ellos acaba adueñándose de los otros de tal forma que el judicial se politiza, o el ejecutivo se judicializa, o el legislativo se impone al ejecutivo y al judicial. Quienes han luchado para evitar el abuso del poder, fragmentándolo, ignoran, o han rechazado sin ignorarlo, que hay otro modo de evitar sus abusos. Tales limitaciones del poder proceden de arriba y de abajo, considerando, por lógica, que los llamados poderes no son otra cosa que funciones del mismo, ordenados al bien común y al servicio de la nación. Poder político, ley natural y bien común La limitación de arriba procede de la ley natural y de la moral objetiva, y por tanto, de los valores innegociables. La limitación por abajo procede de la soberanía social, que respeta y acepta aquéllos y no los quebranta. Nadie, creo yo, como Santo Tomás de Aquino, nos da noticia del mejor régimen político, que no es otro que aquél en el que se dan cita tres principios, a saber, el monárquico, el aristocrático y el democrático. El monárquico, es decir, como su nombre indica, la unidad del poder; el aristocrático, o sea del gobierno de los mejores; y el democrático, que se hace presente de forma participada en un referéndum o representado, a través de elecciones, para cubrir los escaños de las Cámaras o Cámaras legislativas. Falange y tradicionalismo Otro aspecto que conviene subrayar es el de la actitud de José Antonio con respecto a un entendimiento con otras fuerzas políticas, que podemos llamar nacionales. Si en principio el punto 27 de la Falange se pronunciaba de una forma aislacionista, la maduración de su pensamiento y la situación de la España de entonces le llevó a un cambio de postura, al pedir un Frente Nacional con los tradicionalistas, lo que era tanto como reconocer en el tradicionalismo parte de su doctrina política, así como una fuerza de profundas raíces nacionales, que muchos años antes de la guerra europea que concluyó en 1918 había luchado y combatido por una España fiel a sí misma. No sé si estuvo o no a punto de llegar a un acuerdo, ni siquiera si hubo o no conversaciones para lograrlo, lo que sí sé es que con el nombre de “Tyre” comparecieron en diversos actos los tradicionalistas y militantes del partido monárquico Renovación Española. Lo que sí tuvo importancia de cara al futuro es que la propuesta joseantoniana de un Frente Nacional dio más tarde su fruto. A mi parecer, puso de relieve que los términos tradición y revolución no eran incompatibles, si la tradición no es inmovilismo y si la revolución no es revuelta. La revolución es un revolver -volver de nuevo- en busca del pasado que nos dio vida y prestigio, y tradición es inspirarse en ese pasado para construir el futuro. No hacer, como decía José Antonio, lo que ellos hicieron, sino lo que ellos harían en el tiempo presente. Hay pues una tradición revolucionaria, y una revolución tradicionalista, y, esta última, es la puesta al día, el aggiornamento justo y necesario de enfrentarse con una situación nueva y con los problemas graves de una época distinta. José María Codón, tradicionalista, escribió un libro que se publicó por Fuerza Nueva Editorial, en su segunda edición de 1978, que se tituló: La tradición en José Antonio y el sindicalismo en Mella. Con esta argumentación he sostenido que José Antonio convocó a una revolución nacional impregnada de tradicionalismo. Claro es que esta opinión tiene su base en una distinción: que carlismo y tradicionalismo no se identifican y que uno y otro no se refieren a lo mismo. Yo entiendo que se puede ser tradicionalista sin ser carlista. Para darse cuenta de ello basta acogerse a la legitimidad de origen y a la de ejercicio. Aquella tampoco se identifica con ésta. Mas una legitimidad de origen se invalida cuando falla la de ejercicio. El carlismo no puede negarlo, porque, como en el caso del pretendiente a la corona, Carlos Hugo, que, perteneciendo a la dinastía legítima, era un admirador del comunista Tito, pedía la inserción de Navarra en Euskadi, y tuvo un grupo de seguidores que se integró en Izquierda Unida. Creo que esa conducta da cuenta de que se puede ser de la dinastía legítima y no estar de acuerdo con la legítima tradición. La Comunión tradicionalista que permanece fiel denuncia este tipo de carlismo. El auténtico carlismo no es fiel a un monarca que no ocupa la corona y que está en el exilio, sino que lo es en tanto en cuanto mantiene su fidelidad a la tradición. Por eso ha habido y hay un tradicionalismo que no tiene que ser necesariamente carlista. El tradicionalismo de Balmes o de Menéndez y Pelayo no puede negarse, y lo eran tanto como Vázquez de Mella o Victor Pradera. Esta bandera “alzada” por José Antonio se hizo visible en el trance doloroso de la guerra; trance en el que estaba en juego la existencia de España. En el tomo III de mi libro Escrito para la historia escribí que “Siempre entendí que el Movimiento Nacional era el Amazonas ideológico y beligerante que recogió, como afluentes, el caudal de las fuerzas políticas que contribuyeron con su doctrina y sus voluntarios al Alzamiento, a la Cruzada y a la construcción del nuevo Estado. En esta línea de pensamiento y acción se condujeron Fuerza Nueva y el Frente Nacional y, como es lógico, yo mismo. Recoger los caudales me pareció lógico y necesario. Retroceder hasta las fuentes de origen, para desviar el cauce, lo estimé suicida. La innata tendencia a la diáspora, que tanto mal nos ha hecho, había que contrarrestarla. Dada nuestra forma de ser y nuestro talante, se impone incrementar la fuerza centrípeta, evitando así la connatural dispersión que la fuerza centrífuga conlleva; aunque reconociendo explícitamente que no es lo mismo unidad que uniformidad. “Esta unidad sin uniformidad era exigida en este caso por la sangre vertida en común, tanto en las trincheras, con su héroes, como en la zona roja, con sus mártires, como por el hecho bien significativo de aquel 20 de noviembre de 1936 en Alicante, es decir, junto al Mediterráneo, por donde llegaron a España la Fe y la Cultura. Aquel día fueron fusilados, junto a José Antonio, dos falangistas, Luis Segura Baus y Ezequiel Riva Iniesta, y dos tradicionalistas, Vicente Muñoz Navarro y Luis López López, que habían intentado, aunque sin éxito, liberar al fundador de la Falange. Conviene señalar que Luis López fue detenido por haber dado refugio en su casa al jefe de Falange de Orihuela, Antonio Piniés y Roca de Togores.” Franco lo entendió así, aunque no lo entendieran todos; pero los enfrentamientos acaecidos en la zona roja no se produjeron en la nacional, y aquéllos, en gran parte, contribuyeron a la victoria del 1 de abril de 1939. Es muy significativo que el Príncipe Javier de Borbón Parma, en carta que tengo en mi poder, fechada en París el 30 abril 1937, recién publicado el Decreto de Unificación de las fuerzas políticas, comunicaba a Franco su “empeño de cooperar eficazmente al anhelo de unidad política a que responden sus últimas disposiciones”. La carta fue entregada personalmente al Caudillo por don Rafael Olazábal. Escrito para la Historia Dos españoles muy representativos como Manuel Fal Conde y Manuel Hedilla, más tarde, reconocieron que Franco acertó, y no sólo porque requetés y falangistas, sus tercios y banderas, continuaron combatiendo unidos, sino porque puedo dar testimonio de cómo ambos vieron con verdadera simpatía a “Fuerza Nueva”, nacida en 1966, cuando el proceso dinamizador del régimen franquista estaba en ejercicio.A Fal Conde le conocí en la concentración tradicionalista de Montejurra, de 5 mayo 1963. Terminado el Vía Crucis, hubo un almuerzo en el restaurante El Oasis. Me pidieron que hablara. Mi discurso se publicó íntegramente en las revistas Boina Roja y Montejurra. José María Valiente, que era el Delegado Nacional de la Comunión Tradicionalista, clausuró el acto, y se expresó así: “Don Blas Piñar, invitado de honor, ha dicho que no es carlista. Pero se ha ganado las grandes ovaciones de los carlistas. Don Manuel Fal Conde, mientras hablaba don Blas Piñar, me ha escrito estas palabras en una servilleta del banquete: `Pensar así, sentir así, y expresarse así, es ser carlista´”. Después, en abril de 1966, visité en Sevilla a Fal Conde. “Estaba operado de tráquea. Le era difícil hablar. Nos entendimos perfectamente a pesar de ello. Le expuse mi proyecto de fundar la revista Fuerza Nueva, y le expliqué lo que sería su ideario. Me brindó su apoyo. Más aún, me prometió, y cumplió su promesa, de hacerme llegar la dirección de mil tradicionalistas, a los que podía escribir en su nombre, a fin de darles cuenta del proyecto y pedirles que se suscribieran. Así lo hice”. (La pura verdad. Tomo III de la colección Escrito para la Historia. Págs. 75 y 76.) Manuel Hedilla Por su parte, Manuel Hedilla vino a verme a la sede de Fuerza Nueva, que entonces estaba en un piso de la casa nº 17 de la calle Velázquez de Madrid. “Estuvo muy amable. Fue explícito al exponerme su idea y sus proyectos sobre el Frente Nacional de Alianza Libre, que él patrocinaba. Me habló de sus contactos con los carlistas, que no puedo asegurar si ingresaron o no. Yo le agradecí su deferencia hacia nosotros, y le expuse mi punto de vista sobre el papel que podíamos desempeñar en la tarea -bien difícil por cierto- de aglutinar a las Fuerzas nacionales. Él lo entendió perfectamente. Y, por un lado, aquella no fue la única visita que nos hizo, y, por otro, mantuvimos contacto permanente con alguno de sus más íntimos colaboradores, como Patricio González de Canales, que suscribió la convocatoria para un homenaje que me ofrecieron el 15 de diciembre de 1971, que dio una conferencia en nuestro local, el día 27 de enero de 1972, sobre La Casa de Toledo y que en nuestra Revista publicó un comentario al punto nº 10 del programa de Falange (nº 264, de 29 de enero de 1972”. (Obra citada, págs. 103 y 104). La repercusión política a escala internacional de la obra de José Antonio, creo que nunca ha sido estudiada a fondo. Fue importante y me gustaría tener tiempo, y posibilidades de realizarlo. Como puede suponerse esa influencia la tuvo en Europa y especialmente en Hispanoamérica. En la doctrina de José Antonio se basaron movimientos políticos y personalidades muy destacadas, que manifestaron su admiración por ella. El hecho es que, quienes podemos considerar herederos ideológicos de los que le condenaron a muerte, destruyeron el monumento que tenía en Valencia, el 18 de febrero de 1971. Ante la nula reacción oficial por el atentado, que era además un desafío, Fuerza Nueva hizo una convocatoria para protestar por el ultraje, el 31 de marzo de 1971, ante la casa número 24 de la calle Génova, en la que nació José Antonio. “Hubo que improvisar, como escenario, un vehículo todo terreno. Era de noche y lloviznaba. La gente respondió a nuestro llamamiento. Dimos prueba de que éramos capaces de suplir omisiones graves de quienes por oficio, y, en principio por vocación, debieron haber hecho lo que nosotros hicimos. La sede de la jefatura provincial del Movimiento, inmediata al lugar, estuvo cerrada a cal y canto. El que más tarde apoyaría la Reforma política, Tomás Garicano Goñi, ministro de Gobernación entonces, nos impuso, como premio, una multa de 50.000 pesetas.” (Obra citada, pág. 109). Nuestra fidelidad a José Antonio la destacó su hermana Pilar, Delegada Nacional de la Sección Femenina, en varias cartas que conservo. Transcribo la última, que es de 1985: “Querido Blas: Quiero agradecerte con estas letras el recuerdo que siempre tenéis en vuestro centro y en vuestra revista para José Antonio. No todo el mundo mantiene esa fidelidad en recordar su memoria. Muchas gracias, con un abrazo de Pilar Primo de Rivera”.

 http://tradiciondigital.es/2012/10/28/a-79-anos-del-acto-fundacional-de-la-comedia-jose-antonio/

lunes, 22 de octubre de 2012

LA VOZ DE UN PROFETA

 




Y en ésta ocasión más que nunca. Atentos a las palabras, pronunciadas en esta ocasión por José Antonio. No me dirá que no son proféticas, como si fuesen dichas para la triste y desastrosa, situación que nos ha tocado vivir. Parece que nos está observando desde el PASADO, indicándonos que ya han pasado más de 75 años, y no hemos avanzado nada: "Todos los trabajadores, ante la angustiosa situación presente, han de preguntarse a qué se debe el que, a pesar de los constantes cambios de Gobierno, a pesar de haber gobernado las izquierdas, a pesar de los Gobiernos de centro y de derecha, el paro aumente sin cesar, la carestía de vida se haga cada vez más agobiadora y la pugna entre las clases sea cada día más áspera. Con Gobiernos en que figuraban ministros socialistas, todas las calamidades que abruman a la masa obrera no sólo no tuvieron solución, sino que se agudizaron. Con Gobiernos de derecha, toda la política se orienta en contra de los productores; empeoran las condiciones de trabajo, se reducen los jornales, aumentan las jornadas, se los persigue, etc. ¿Qué significa esta coincidencia en el fondo de los partidos políticos, sean de derechas o sean de izquierdas? Significa que el régimen de partidos es incapaz de organizar un sistema económico que ponga a cubierto a la masa popular de estas angustias; que tanto unos partidos como otros están al servicio del sistema capitalista". José Antonio ("Arriba", nº 20, 21 de noviembre de 1935)

miércoles, 26 de septiembre de 2012

LXXVI aniversario de la liberación del Alcázar de Toledo


http://elalcazar.org


Tras duros combates de las fuerzas de el General Varela los días 26 y 27, y cuando se creyó que intentarían la liberación del Alcázar el día 28, el Mando, conociendo que la situación de los Defensores era crítica, unido al deseo de las fuerzas liberadoras, dio Orden de saltar al Alcázar en la tarde del día 27 de Septiembre. A la caída de la tarde, una Sección de Regulares al mando del Teniente Lahuerta y minutos después la 19ª Compañía de La Legión al mando del Capitán Tiede Zedem, entraron en el Alcázar. Se produjeron inenarrables escenas de emoción, y el asombro de los liberadores por la situación en que se encontraban los Defensores y haber podido resistir el Asedio.

El 28 de Septiembre entró en el Alcázar el General Varela.

El Coronel Moscardó le saludó con la conocida frase:



”Mi General, en el Alcázar, sin novedad”.



El 18 de Julio de 1936, Las Unidades Militares existentes en Toledo, enteradas del Alzamiento Nacional, iniciado el día anterior 17 de Julio, e identificadas con los ideales del mismo, decidieron sumarse al Alzamiento.

El Mando de éstas fuerzas militares correspondió al Coronel D. José Moscardó Ituarte que ya era Comandante Militar de Toledo y el de mayor graduación de las mismas.

Las escasas Unidades Militares lo componían:

· Las Academias de Infantería, Caballería e Intendencia, ubicadas en el Alcázar y Dependencias anexas, que en estas fechas, por ser época estival, no albergaban Cadetes y parte de su personal se encontraba de permiso. Los Cadetes que permanecieron en el Asedio fueron 9. Se localizaron por teléfono a siete de las Academias, otro estaba en Toledo y un Cadete de la Academia de Artillería de Segovia, de vacaciones en Toledo.
En total, las Academias formaron un contingente de 259 hombres: 2 Tenientes Coroneles, 6 Comandantes, 9 Capitanes, 10 Tenientes, 5 Alféreces, 3 Médicos Militares, 8 Cadetes, 48 Músicos, Cornetas y Tambores, 146 Suboficiales y Soldados, 3 Oficinas Militares, Guarnicionero, Armeros, Herradores, Picador Militar, Practicante y 12 Paisanos empleados en las Academias.

· La Escuela Central de Gimnasia, por el mismo motivo de las Academias de época estival, carecía de Alumnos. Su Director era el Coronel Moscardó. Su personal lo componía; 1 Coronel, 1 Comandante, 4 Capitanes, 1 Capitán Médico, 4 Tenientes, 1 Alférez, 1 Practicante, 34 Suboficiales y Soldados. Total 47 hombres.

· La Caja de Recluta nº 3 de Toledo, entre Oficiales y Soldados sumaron 10 hombres.

· La Fábrica de Armas, situada en la Vega, con un Coronel Director que no se sumó al Alzamiento, ni los 50 Soldados al mando de un Teniente, ni los obreros militarizados, que pertenecían en general a sindicatos o partidos izquierdistas. Si lo hicieron 2 Tenientes de Artillería. En la Fábrica de Armas, 1 Comandante y 18 Tenientes de Artillería, inscritos en la Comandancia Militar, realizaban un Curso de Precisión.

· Los Retirados del Ejército, que vivían en Toledo, lo componían 18 hombres.

· En la Comandancia Militar estaban inscritos el personal transeúnte o de vacaciones en Toledo y los que realizaban el curso de Precisión en la Fábrica de Armas. En Total 52 hombres.

· La Guardia Civil fue la Unidad que aportó más personal al Asedio.
o Toledo era la cabecera del 2º Tercio de la Guardia Civil, formado por las Comandancias de Toledo y Cuenca. El mando de la Comandancia de Toledo lo ejercía el Teniente Coronel D. Pedro Romero Basart. Esta Comandancia la formaban 4 Compañías: la 1ª y 4ª con cabecera en Toledo, la 2ª en Ocaña y la 3ª en Talavera de la Reina.

o La previsión del Teniente Coronel Romero Basart hizo posible que casi toda la Guardia Civil de Toledo Capital y Provincia participase de forma muy importante en la defensa del Alcázar.

o Un mes antes del Alzamiento, se entregó a cada Puesto, Línea y Compañía, un sobre lacrado, con instrucciones de concentración en Toledo muy detalladas, fechadas el 30 de Marzo de 1936, que no podían abrir hasta recibir la consigna “Siempre fiel a su deber”.
Al recibir la consigna el 18 de Julio, se inició la concentración en Toledo. Los Guardias llevaban su armamento reglamentario, objetos personales y familia.

El único grupo que no pudo llegar a Toledo, fue el de Tembleque, con 29 Guardias al mando de un Teniente. Cerca de Toledo, por falta de transporte y haber iniciado el ataque la Columna de Madrid, hizo imposible su llegada.


El total de Guardias Civiles en el Asedio fue de 693 hombres.


· También se sumaron a estas Unidades Militares, personal de la Guardia de Asalto, Seguridad y Vigilancia, con un total de 25 hombres.

· Personal perteneciente a Organizaciones Políticas o Independientes, sin instrucción militar y fueron militarizados, con un total de 110 hombres.

El Resumen numérico de los Defensores y Refugiados que permanecieron en el Alcázar durante el Asedio es el siguiente:

Comandancia Militar 52
Retirados 18
Escuela Central de Gimnasia 47

Academias 259
Caja Recluta nº 3 10
Asalto, Seguridad y Vigilancia 25
Paisanos militarizados 110
Paisanos no militarizados 22
(Chóferes de camiones requisados para transportar a la Guardia Civil)
Hermanas de la Caridad 5
Guardia Civil 693


Refugiados (Familiares) 544
· Mayor de Edad-Mujeres.... 185
· Mayor de edad-hombres.... 8
· Jóvenes-mujeres ................ 71
· Jvenes-hombres ............... 44

· (Hasta 17 años)
· Niñas ................................. 112
· Niños ................................. 103
· Jóvenes-sirvientas ............ 21

Total General....................................... 1.785


El día 18 de Julio a las 11 de la noche, grupos izquierdistas disparan a los guardias en Zocodover, resultando tres de estos, heridos. Se produce un tiroteo y resultan muertos cinco izquierdistas.

El día 19 de Julio se inicia la ocupación militar de Toledo por la Guardia Civil, reforzándose los destacamentos en lugares estratégicos como Bancos, Radio, Telégrafos, Correos, Catedral, Ayuntamiento, Zocodover, Alcázar, Puentes, Puertas, CAMPSA. etc.

En la Fábrica de Armas existían almacenados cerca de un millón de cartuchos de fusil y ametralladora, sin peines.

Distintas Autoridades gubernamentales comunican con el Coronel Moscardó y Teniente Coronel Romero Basart para que desistan de su actitud y entreguen las armas requisadas por la Guardia Civil y el traslado de los cartuchos de la Fábrica de Armas, y si en un plazo prudencial de tiempo no se cumplían estas ordenes se enviarían a Toledo tropas y aviación para “bombardear la Plaza”.
El día 21 de Julio a las 7 de la mañana se declara el Estado de Guerra.

Se refuerzan los destacamentos establecidos los días anteriores, principalmente el Hospital de Tavera con el personal de la Escuela Central de Gimnasia y Guardia Civil, para cerrar la entrada en Toledo desde Madrid, Fábrica de Armas, Ayuntamiento etc. Y se organiza el traslado de la munición de la Fábrica de Armas al Alcázar.

El General Riquelme requiere por teléfono al Coronel Moscardó cual es su postura. Al cerciorarse que están sublevados, le ordena de nuevo la entrega de las armas y munición. No se cumple ninguna orden.
Por la tarde, un avión arroja doce bombas. Más tarde se repite el bombardeo por otros 3 aviones.
A media mañana se observa la proximidad de la Columna motorizada de Madrid, compuesta por más de 2.000 hombres. Principalmente tropas regulares (Regimiento nº 2), Guardias de Asalto y milicianos, una batería de artillería y tres blindados.

Se inicia el combate contra el Hospital de Tavera que dura todo el día. Al día siguiente, la Columna de Madrid recibió nuevos refuerzos y continuaron los combates, apoyados por la aviación que, bombarde�� a las 5 y a las 10 de la mañana y a las 4 de la tarde.

La resistencia del Hospital de Tavera durante 2 días frente a la Columna de Madrid, fue muy importante. Permitió terminar la concentración de la Guardia Civil, el traslado de la munición de la Fábrica de Armas al Alcázar, 700.000 cartuchos y organizar la Defensa. A las 4 de la tarde, el Comandante Villalba ordenó la retirada al Alcázar.

El d��a 22 de Julio, la artillería enemiga rompe el fuego contra el Alcázar desde Pinedo, y El Alcázar queda sin corriente eléctrica.

Se retiran al Alcázar los retenes diseminados por Toledo.

Por falta de información, dada la situación general o las dificultades encontradas por los mismos para su llegada al Alcázar, no pudieron entrar en el Alcázar y por ello, no participaron en el Asedio, por hallarse de Servicios en la Capital, Banco de España, Fábrica de Armas, CAMPSA, Catedral y en el repliegue del Hospital de Tavera: 53 Guardias Civiles (1 G.C. muerto en el repliegue) y del Ejercito: 1 Capitán Médico (muerto en el repliegue), 1 Practicante (muerto en el repliegue), 3 Suboficiales, 3 del CASE y 9 Soldados.

El 21 de Julio se considera el inicio del Asedio, que finalizó el 28 de Septiembre (70 días).


jueves, 23 de agosto de 2012

Nuestro emblema rotundo



JUAN APARICIO

NUESTRO EMBLEMA: EL YUGO Y LAS FLECHAS

EL yugo es la yunta; la junta, las juntas de nosotros, nuestra propicia coyuntura histórica. Las flechashienden las mañanas de España. Hienden. Ofenden. Son la ofensiva de una raza, de una juventud quepretende imponerse ahora.El yugo camina delante del arado. Es la agricultura nacional. El campo nacional. La vida nacional.Cada manojo de saetas es una gavilla de corazones, una hermandad, un gremio, un Sindicato.Las flechas son de hierro, de acero, de la carne española eterna. Aguzadas, forjadas con el fuegoantiguo por sindicalistas nacionales.El yugo y las flechas son también la cruz; forman una cruz. Para sus cruzados toda una gran empresaha sido una cruz en la encrucijada de los tiempos. Si el yugo pesa, apesadumbra a alguien, las flechasaligeran, alegrarán nuestra buenaventura española.Aunque cerca del yugo está siempre el estímulo.Los campesinos que hablaban latín estimulaban a sus bueyes -junto a la cerviz- con una punta desaeta en la extremidad de un palo.Nuestro escudo huele a garrote y a fragua, y a pan, y a vino, y a sol, y a eternidad.El equilibrio duradero entre un pasado horizontal -el ubio- y la ascensión vertical, celestial, de unfuturo: las flechas. Habrá que reconquistar nuestra patria a flechazos, a golpes cíe cariño. Amorosamente.Duramente. Como se conquista a la mujer que parirá a nuestros herederos.

Primavera de 1933.

jueves, 2 de agosto de 2012

Blas Piñar, líder de Fuerza Nueva: “El Alzamiento cumplió con las máximas exigencias morales”





A. Robles.- El reencuentro con un español de larga data siempre es agradable, y más si es amigo, y más si es un hombre honesto, culto, cabal… Hace más de 30 años que anticipó con sorprendente precisión lo que hoy nos ocurre y, pese al mutismo de la prensa, sus opiniones y análisis fueron y son una refrescante alternativa a la palinodia oficial. Se trata de Blas Piñar (22 de noviembre de 1918), notario, político y escritor, pero sobre todo, un español siempre fiel a España y a sus sólidos principios. Y tratándose el nuestro de un país donde con tanta facilidad se enajenan valores, se trasvierten principios y se recalifican voluntades, no sería capaz de hallar para él mejor presentación.
Vinculado desde joven a organizaciones católicas, dirigió el Instituto de Cultura Hispánica entre 1957 y 1962. Luego de haber publicado en el diario ABC el artículo ‘Hipócritas’, donde criticaba fuertemente la política exterior de los Estados Unidos, fue destituido de su cargo debido a las relaciones bilaterales que por aquel entonces mantenía el régimen de Franco con ese país. Pese a ello, su fidelidad al general Franco no se vió alterada. Se opuso a la descomposición del régimen, votando y argumentando en contra de la Ley para la Reforma Política; y también se posicionó contra la Constitución de 1978. Once meses después de la muerte del ex jefe del Estado creó Fuerza Nueva, una organización política católica y patriótica que aún sigue siendo hoy un icono sentimental para decenas de miles de españoles.
En 1979 fue elegido diputado por la coalición Unión Nacional. Tras perder su escaño en las elecciones de 1982 disolvió Fuerza Nueva, pero no la editorial del mismo nombre, que siguió publicando libros y revistas. En la actualidad es presidente de honor de Alternativa Española (AES).
Hemos conversado largamente con Blas Piñar y conocido algunos detalles de su último libro (La iglesia y la guerra civil española), otro ejemplo de amasar la historia viva y dolorosa dándole serenidad y perspectiva. De hecho, en las ideas que él sigue defendiendo han mamado muchos que luego fingieron ignorarla o desdeñarla. Pocos ejemplos habrá en la historiografía española de los últimos años de análisis tan certero, de investigación profunda y de exposición calmosa y convicente, como el que Blas Pilar consigue en todas sus obras. Nadie coordinó el análisis profundo y la trascendencia histórica como el Blas Piñar que lanzó en las Cortes del aperturismo las primeras proclamas contra una traición largamente preparada.
“Mis padres me enseñaron con su palabra y su ejemplo a amar y a servir a Dios y a España”, nos explica de forma lenta y pausada, emocionado al desgranar su infancia. “Creo que fui un chico precoz. Por eso viví intensamente mi infancia. Travieso, por añadidura, me rompí, en ocasiones diferentes, un brazo, viviendo en Cartagena, y una pierna, viviendo en Toledo. En Alicante hice parte del bachillerato y presencié en mayo de 1931, poco después de proclamada la República, la quema de iglesias y conventos”.
-¿Fue necesario el Alzamiento?
- Absolutamente necesario, porque la República de 1931 llevó a la nación a una ruina total. El Alzamiento cumplió con las máximas exigencias morales. Supuso, metafóricamente hablando, una operación quirúrgica, pero, además, el punto de partida de un Estado al servicio de España y del bien común.

martes, 31 de julio de 2012

El Ángel del Alcázar

ANTONIO RIVERA
(1916-1936)




http://elblogdecabildo.blogspot.com.es

En enero del 36 Antonio termina su carrera de abogado. Después de las elecciones del 16 de febrero las cosas van de mal en peor. En marzo hace Ejercicios Espirituales en Madrid con el padre Caballero, que luego ejercerá su sacerdocio heroicamente de capellán en el frente de combate. En estas Ejercicios, Rivera ve que ya no es tiempo de planes terrenos, sino de dar la vida por Dios. Y escribe: “Por mí nada puedo. Pero en Dios lo puedo todo”. “Las ciudades de la Pentápolis no se salvaron, porque faltaba un justo. La salvación de España puede depender de mi santificación”. Por eso, cuando el 21 de julio le llega el gran dilema, Antonio se encierra en el Alcázar voluntariamente, porque cree que debe inmolar su vida para satisfacer a la justicia divina. El concebía a España como una misión de apostolado, y ofreció su vida creyendo participar en esta misión. Pío XII confirmó años después que los combatientes católicos españoles defendieron los valores eternos de la religión “con espíritu de cruzados”.

En el Alcázar se propuso ser un soldado más de España, y además ejercer su apostolado entre aquellos hombres y mujeres en tan especial situación. Y lo hizo de manera magistral, animando a todos, elevando su espíritu, fomentando la oración en común, aclarando dudas e infundiendo un optimismo que tenía algo de sobrenatural. Allí practicó y repitió mil veces su consigna: “Tirad, pero tirad sin odio”. Obedeció siempre las órdenes del mando y se ofreció voluntario a misiones durísimas. En una de éstas, la recuperación de una ametralladora en riesgo de caer en manos enemigas, Antonio fue herido en un brazo y vio cómo el cadete que le acompañaba en la misión caía con un pie destrozado. Antonio se revistió de valor, y dándose cuenta de que Dios esperaba de él en aquel momento un esfuerzo sobrehumano, apretó contra el cuerpo el brazo a punto de desprendérsele, y gritando vivas a Cristo Rey y a España se fue por su propio pie a la enfermería, dejando a los que le contemplaban, atónitos de admiración. Hubo que amputarle el brazo izquierdo en las condiciones que se pueden imaginar, en unos sótanos malolientes, a la luz de un candil de sebo de caballo, sin apenas anestésicos... Antonio resistió dando pruebas de un temple verdaderamente toledano.

El postoperatorio fue terrible. Antonio iba perdiendo fuerzas y llegó a creer no llegaría a ver la liberación de la fortaleza. Pero el Señor permitió que viera cómo las tropas nacionales liberaban el Alcázar la noche 27 de septiembre, y a la mañana siguiente a su familia, que lo buscaba con angustia. Antonio procura levantar el ánimo de aquellos seres queridos que apenas si reconocen su rostro entre tanta barba y pelo mal cuidado... Antonio puede confesar y comulgar. Llora. Pero no del dolor, “sino porque hoy he comulgado y os he vuelto a ver”. En camilla, penosamente, entre escombros y cadáveres insepultos, Antonio es conducido a su casa y reposa entre sábanas limpias. Su corazón encuentra motivos para alabar a Dios por las delicadezas que tiene para con él. Comenta a un periodista: “Para que vea usted cómo haciendo Ejercicios Espirituales se aprende a defender a España”. Todavía pide a Dios que le deje sufrir más antes de morir. Y comulga cada día con gran fervor. Parece que hay indicios de mejoría. La cicatrización va bien, pero aparece una septicemia y hay que operar dos abscesos. Especialmente las tres últimas semanas de noviembre son terribles. Los dolores arrecian, la fatiga aumenta, se ahoga, siguen las intervenciones quirúrgicas...

En la madrugada del 20 su padre lo encuentra muy mal y se va llorando a comunicarlo a su esposa. Su padre, con entereza, le informa del peligro de que falle el corazón y no reaccione. El sacerdote entra para hacerle la recomendación del alma y Antonio le dice: “Estoy muy contento porque me voy al cielo”. Y a sus padres: “¡Cuánto os quiero!” Y entre ternuras y delicadezas para disimular sus sufrimientos, manda encender todas las luces y musita: “¡Me voy al cielo, al cielo, pero vosotros estad tranquilos!” Ponen en sus labios una talla del Niño Jesús del Remedio a la que los rojos han amputado un brazo y Antonio le dice, tiernamente: “Eres manquito, como yo” y le besa en el muñón. Besa también un crucifijo que le acercan y una estampa de la Virgen que ha reclamado, con amor infinito. Y con un hilo de voz exhala aquel grito que tantísimos han gritado en España: “¡Viva Cristo Rey!” y expira. Eran las siete menos veinte de la tarde de aquel 20 de noviembre de 1936.
José Vernet Mateu

viernes, 6 de julio de 2012

Excelente y recomendable libro

Pablo Sagarra Renedo.- El episodio histórico interpretado por casi 50.000 españoles en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial mantiene un vigor imperecedero. Su dramatismo y magnitud magnetizan a todos los amantes de la historia de España. Se suceden libros —de diverso tipo— que hablan sobre ellos pero aún no se vislumbra el día en que hayamos agotado el tema divisionario. Quedan muchas historias por contar de la campaña rusa.
Esta obra nos acerca a un aspecto jamás estudiado hasta ahora: los hechos religiosos, históricamente relevantes, que se suceden en el origen y desarrollo de la División Azul y de las Escuadrillas Azules. El autor, Pablo Sagarra Renedo, narra la cruzada contra el bolchevismo iniciada por Alemania contra Stalin, a la que se apuntó Franco con gran entusiasmo, así como la historia de los capellanes que acompañaron a las tropas españolas y la historia de los propios voluntarios que vivieron esa cruzada en primera persona; ellos fueron a matar y morir por ella —más de 5.000 no regresaron a casa— y además, protagonizaron una singular convivencia con el pueblo ruso que, por su cordialidad, encendió las alarmas del mando alemán.
La profundidad del análisis efectuado y el manejo masivo de testimonios personales y de fuentes escritas contemporáneas, muchas de ellas inéditas, convierten esta obra en una referencia historiográfica de primer orden. El autor combina magistralmente el rigor científico con el brío literario, y es tal la amenidad con la que transcurre la historia, que difícilmente pueda el lector dejar de revivir las sobrecogedoras experiencias que hace 70 años tuvieron los voluntarios españoles en la lejana Rusia

viernes, 22 de junio de 2012

España te haremos Una, Grande y Libre, aunque nosotros, tengamos que morir.


Camisa azul, el yugo y las flechas,
vestía yo, cuando aún dudabas tú.
Perseguido por izquierdas y por las derechas,
caía yo, cuando aún dudabas tú.

Despierta ya, burgues y socialista,
Falange trae: la Revolución,
la muerte del cacique y del bolchevique,
del holgazán y de la reacción.

Por el Honor, la Patria y la Justicia,
luchamos hoy en este amanecer,
y si la muerte llega y nos acaricia,
!Arriba España!, gritemos al caer.

La juventud está en nuestras filas,
y nuestro es también el porvenir.
España te haremos Una, Grande y Libre,
aunque nosotros, tengamos que morir.

miércoles, 20 de junio de 2012

Bandera de voluntarios franceses en la Cruzada Española



Fueron muchos los franceses que pronto se alistaron en la Legión o en las milicias de Falange o el Requeté, según sus preferencias, aunque ni las autoridades francesas, en ese momento frentepopulistas, ni el gobierno de Burgos se lo pusieron fácie4e32l. No obstante, ante la afluencia continua de voluntarios franceses y el ofrecimiento, por parte del general Lavigne-Delville de tres mil voluntarios, y de otros mil más, por parte del dirigente corso François Petri, se llegó a considerar la posibilidad de crear alguna unidad formada en exclusiva por voluntarios franceses; aunque este número de voluntarios no llegó nunca a España, en junio, se dio conformidad a la petición de formar una bandera de voluntarios franceses que recibiría el nombre de Jeanne D'Arc, y que estaría formada a partir de los voluntarios alistados a las milicias, pero nunca de los alistados a la Legión; sin embargo, para el mes siguiente el número de voluntarios era de sólo setenta y nueve, número que, aunque aumentó en los meses siguientes, lo hizo de manera muy leve (Se constituyeron pues en compañía, no en Bandera)

Voluntarios franceses podían encontrarse también en diversas unidades y armas del Ejército (por supuesto, con mayor porcentaje en la Legión). Pero la ayuda que mas benefició a la causa nacional, fue la prestada por un gran sector de la población francesa en forma de apoyo político, propagandístico, diplomático, económico, humanitario, etc. además de con varias acciones de espionaje y sabotaje contra el esfuerzo político y militar de la República.

Formaron en la 67ª Compañía de la 17ª Bandera




viernes, 8 de junio de 2012

La Camisa Azul




La elección del color azul para la camisa del uniforme de Falange, fue el primer acto de autoridad de José Antonio como Jefe Nacional. Pero veamos cómo se desarrollaron los hechos: Corrían las últimas horas del tercer día del I Consejo Nacional, entre las 19:00 y las 20:00 del día 6 de octubre de 1934, con los Consejeros correspondientes reunidos en el salón del piso bajo del Palacete de Marqués de Riscal nº. 16. Ultimados los Estatutos por los que habría de regirse a partir de ese momento Falange, en la tarde del día 6 se proclamó Jefe Nacional y, a continuación, se pasó a la discusión sobre el color a adoptar para la prenda del uniforme. Algunos Consejeros defendieron la ‘camisa negra’ italiana, pero para evitar mimetismos se desechó la idea. Ruiz de Alda (que, en actos de servicio, solía vestir una camisa azul mahón) y Luis Santamarina (que la llevaba en ese momento, propia de los trazistas barceloneses a los que había pertenecido y que, a su vez, la habían copiado de la Milicia de la Asociación Nacionalista Italiana, los ‘Sempre Pronti’) defendieron la ‘camisa azul mahón’. Ernesto Giménez Caballero defendió la ‘camisa parda’ que recordaba la austera tierra castellana. Luis Aguilar, por su parte, aunque Zayas se lo atribuye a él mismo y es posible que así fuera, abogó por la ‘camisa azul horizonte’ o ‘gris desvaído’, como colores de camuflaje en caso de batalla. Tras una hora de estéril debate, José Antonio tomó la palabra para imponer, como acto de autoridad, la camisa color azul mahón: “como color neto, entero, serio y proletario, distintivo de una organización rotunda, varonil y firme”; el emblema iría bordado en rojo, al lado izquierdo, a la altura del corazón. A la mañana siguiente, José Antonio la vestía, comprada en ‘Casa Papá Navas’, cuando se llegó al Ministerio de Gobernación para ofrecer la Falange para acometer la insurrección separatista de Cataluña y para que fuera autorizada una manifestación en apoyo de la Unidad de España. Las camisas, con emblema, costaban 9 pta.; los cordones de Jefe, 4 pta. y la hebilla del correaje, 2 pta.(información extraída de un albarán correspondiente a abril de 1935). Cinturones y correajes eran fabricados por Fábrica de Curtidos de Estella.


http://fuerzanueva.wordpress.com

lunes, 4 de junio de 2012

DISCURSO DE FRANCO A LOS CADETES DE LA ACADEMIA MILITAR DE ZARAGOZA.



DISCURSO DE FRANCO A LOS CADETES DE LA ACADEMIA MILITAR DE ZARAGOZA.

El 14 de junio de 1931, con motivo del cierre de la Academia.

Caballeros cadetes: Quisiera celebrar este acto de despedida con la solemnidad de los años anteriores, en que, a los acordes del Himno Nacional, sacásemos por última vez nuestra bandera y, como ayer, besarais sus ricos tafetanes, recorriendo vuestros cuerpos el escalofrío de la emoción y nublándose vuestros ojos al conjuro de las glorias por ella encarnadas; pero la falta de bandera oficial limita nuestra fiesta a estos sentidos momentos en que, al haceros objeto de nuestra despedida, recibáis en lección de moral militar mis últimos consejos.

Tres años lleva de vida la Academia General Militar, y su esplendoroso sol se acerca ya al ocaso. Años que vivimos a vuestro lado educándoos e instruyéndoos y pretendiendo forjar para España el más competente y virtuoso plantel de oficiales que nación alguna lograra poseer.

Intimas satisfacciones recogimos en nuestro espinoso camino cuando los más capacitados técnicos extranjeros prodigaron calurosos elogios a nuestra obra, estudiando y aplaudiendo nuestros sistemas y señalándolos como modelo entre las instituciones modernas de la enseñanza militar. Satisfacciones íntimas que a España ofrecemos, orgullosos de nuestra obra y convencidos de sus más óptimos frutos.

Estudiamos nuestro Ejército, sus vicios y sus virtudes, y corrigiendo aquellos, hemos de acrecentado éstas al compás que marcábamos una verdadera evolución en procedimientos y sistemas. Así vimos sucumbir los libros de texto, rígidos y arcaicos, ante el empuje de un profesorado moderno, consciente de su misión y reñido con tan bastardos intereses.

Las novatadas, antiguo vicio de Academias y cuarteles, se desconocieron ante vuestra comprensión y noble hidalguía.

Las enfermedades venéreas, que un día aprisionaron, rebajándolas, a nuestras juventudes, no hicieron su aparición en este cuerpo, por la acción vigilante y adecuada profilaxis.

La instrucción física y los diarios ejercicios en el campo os prepararon militarmente, dando a vuestros cuerpos aspecto de atletas y desterrando de los cuadros militares al oficial sietemesino y enteco. Los exámenes de ingreso, automáticos y anónimos, antes campo abonado de intrigas e influencias, no fueron bastardeados por la recomendación y el favor, y hoy podéis enorgulleceros de vuestro progreso, sin que os sonrojen los viejos y caducos procedimientos anteriores.

Revolución profunda en la enseñanza militar, que había de llevar como forzado corolario la intriga y la pasión de quienes encontraban granjería en el mantenimiento de tan perniciosos sistemas.

Nuestro Decálogo del Cadete recogió de nuestras sabias Ordenanzas lo más puro y florido, para ofrecéroslo como credo indispensable que prendiese vuestra vida, y en estos tiempos en que la caballerosidad y la hidalguía sufren constantes eclipses, hemos procurado afianzar nuestra fe de caballeros manteniendo entre vosotros una elevada espiritualidad.

Por ello, en estos momentos, cuando las reformas y nuevas orientaciones militares cierran las puertas de este centro, hemos de elevarnos y sobreponernos, acallando el interno dolor por la desaparición de nuestra obra, pensando con altruismo: se deshace la máquina, pero la obra queda; nuestra obra sois vosotros, los 720 oficiales que mañana vais a estar en contacto con el soldado, los que los vais a cuidar y a dirigir, los que, constituyendo un gran núcleo del Ejército profesional, habéis de ser, sin duda, paladines de la lealtad, la caballerosidad, la disciplina, el cumplimiento del deber y el espíritu de sacrificio por la Patria, cualidades todas inherentes al verdadero soldado, entre las que destaca como puesto principal la disciplina, esa excelsa virtud indispensable a la vida de los ejércitos y que estáis obligados a cuidar como la más preciada de vuestras prendas.

¡Disciplina!..., nunca buen definida y comprendida. ¡Disciplina!..., que no encierra mérito cuando la condición del mando nos es grata y llevadera. ¡Disciplina!..., que reviste su verdadero valor cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos, esta es la disciplina que practicamos. Este es el ejemplo que os ofrecemos.

Elevar siempre los pensamientos hacia la Patria y a ella sacrificarle todo, que si cabe opción y libre albedrío al sencillo ciudadano, no la tienen quienes reciben el sagrado depósito de las armas de la nación, y a su servicio han de sacrificar todos sus actos.

Yo deseo que este compañerismo nacido en estos primeros tiempos de la vida militar, pasados juntos, perdure al correr de los años, y que nuestro amor a las armas de adopción tenga siempre por norte el bien de la Patria y la consideración y el mutuo afecto entre los compañeros del Ejército. Que si en la guerra habéis de necesitaros, es indispensable que en la paz hayáis aprendido a comprenderos y estimaros. Compañerismo que lleva en sí el socorro al camarada en desgracia, la alegría por su progreso, el aplauso al que destaca y la energía también con el descarriado o el perdido, pues vuestros generosos sentimientos han de tener como valladar el alto concepto del honor, y de este modo evitaréis que los que un día y otro delinquieron abusando de la benevolencia, que es complicidad de sus compañeros, mañana, encumbrados por un azar, puedan ser en el Ejército ejemplo pernicioso de inmoralidad e injusticia.

Concepto del honor que no es exclusivo de un Regimiento, Arma o Cuerpo; que es patrimonio del Ejército y se sujeta a las reglas tradicionales de la caballerosidad y la hidalguía, pecando gravemente quien crea velar por el buen nombre de su Cuerpo arrojando a otro lo que en el suyo no sirvió.

Achaque este que, por lo frecuente, no debo silenciar, ya que no nos queda el mañana para aconsejaros.

No puedo deciros, como antes, que aquí dejáis vuestro solar, pues hoy desaparece; pero sí puedo aseguraros que, repartidos por España, lo lleváis en vuestros corazones, y que en vuestra acción futura ponemos nuestras esperanzas e ilusiones; que cuando al correr de los años blanqueen vuestras sienes y vuestra competencia profesional os haga maestros, habréis de apreciar lo grande y elevado de nuestra situación: entonces, vuestro recuerdo y sereno juicio ha de ser nuestra más preciada recompensa.

Sintamos hoy al despediros la satisfacción del deber cumplido y unamos nuestros sentimientos y anhelos por la grandeza de la Patria gritando juntos: “¡Viva España!”.

viernes, 25 de mayo de 2012

Arenga de Millan Astray en la primavera de 1921, antes del avance de Beni-Arós.



Arenga de Millan Astray en la primavera de 1921, antes del avance de Beni-Arós. 
“¡Caballeros legionarios! Sí. ¡Caballeros del Tercio de España, sucesor de aquellos viejos Tercios de Flandes. ¡Caballeros!... Hay gente que dicen que antes que vinierais erais..., yo no sé qué, pero cualquier cosa menos caballeros; unos erais asesinos y otros ladrones, y todos con vuestras vidas rotas, ¡muertos! Es verdad lo que dicen. Pero aquí, desde que estáis aquí, sois Caballeros. Os habéis levantado, de entre los muertos, porque no olvidéis que vosotros ya estabais muertos, que vuestras vidas estaban terminadas. Habéis venido aquí a vivir una nueva vida por la cual tenéis que pagar con la muerte. Habéis venido aquí a morir. Es a morir a lo que se viene a La Legión. ¿Quiénes sois vosotros? Los novios de la muerte. Los Caballeros de La Legión. Os habéis lavado de todas vuestras faltas, porque habéis venido aquí a morir y ya no hay más vida para vosotros que esta Legión. Pero debéis entender que sois caballeros españoles, todos. Como Caballeros eran aquellos otros legionarios que, conquistando América, os engendraron a vosotros. En vuestras venas hay gotas de la sangre de aquellos aventureros que conquistaron un mundo y que, como vosotros, fueron caballeros, fueron novios de la muerte. ¡Viva la muerte!“

sábado, 19 de mayo de 2012

El heroísmo del Cabo Luis Noval



"¡Fuego aquí! ¡Que son ellos!". Y en pleno combate en la oscuridad, los defensores de la posición de Zoco el Had de Beni Sicar, cerca de Melilla, dirigieron sus disparos hacia donde había sonado esa voz, logrando frenar el asalto de rebeldes rifeños en la noche del 27 al 28 de septiembre de 1909, ahora hace 100 años.

Ésas son las palabras que, según el Sargento Joaquín Álvarez, gritó desde fuera de la posición el Cabo Luis Noval y que resultan prácticamente coincidentes con los testimonios de otros defensores del parapeto.

A la mañana siguiente, sin que hubiera acabado el combate, al salir a hacer la descubierta los defensores encontraron el cuerpo sin vida del Cabo Noval "con el fusil fuertemente sujeto entre sus brazos, el cuchillo bayoneta ensangrentado y junto a él los cadáveres de dos moros", según la resolución del 19 de febrero de 1920 por la que se le concedió a título póstumo la Cruz de San Fernando de 2ª Clase, la máxima condecoración al valor que entonces se concedía a la Tropa.

En el parte de ese combate que remitió el mismo día el General Brualla, jefe del campamento, menciona que en el mismo episodio también murieron el Tambor Hermógenes Ríos y los Soldados Cándido Castro y José García, del Regimiento Príncipe, quienes serían escuchas que se replegaban o integrantes de la patrulla del Cabo Noval.

Luis Noval Ferrao había nacido en Oviedo el 16 de noviembre de 1887; sus padres eran Ramón y Perfecta; ejercía el oficio de ebanista. Al entrar en filas medía 1,64 de estatura; era Cabo de la 4ª Compañía del 1º Batallón del Regimiento de Infantería Príncipe nº 3 y había desembarcado en Melilla con otras tropas de refuerzo el 14 de septiembre anterior, integrándose en la División Sotomayor.

EL ATAQUE

A las dos y media, estando la luna oculta por las nubes, un numeroso grupo de rebeldes rifeños -evaluado en unos 1.500 individuos, de los que unos 500 serían beniurriagueles, los más belicosos- logró aproximarse a la posición avanzada de Zoco el Had de Beni Sicar (nombre que podría traducirse como "lugar del mercado de los domingos" de la cabila de Beni Sicar) y atacó por dos direcciones diferentes, el noroeste y el sur.

Una vez iniciado el ataque, los puestos avanzados de escuchas lograron retirarse a la posición fortificada pero la patrulla del Cabo Noval, ya cerca de las alambradas, se vio atrapada por un numeroso grupo de moros que, queriendo asaltar la posición, habían logrado que los del parapeto dejaran de disparar engañándoles al decirles que eran amigos, como era el caso de otros moros que apoyaban la acción española.

Pero ante el peligro del asalto inmediato, el cabo Noval, siendo plenamente consciente de las consecuencias de provocar el fuego de los defensores -ya que conocía que la única defensa de éstos era disparar cuanto más mejor y sin posibilidades de apuntar por la oscuridad-, gritó la frase que le llevó al mundo de los héroes. Y efectivamente, el fuego concentrado de los defensores evitó que tuviera éxito la añagaza.

Los ataques siguieron toda la noche, intentando los rebeldes asaltos al reducto y los lados oeste y norte de la posición, alguno de los cuales consiguió llegar hasta las alambradas.

El día siguiente, los rebeldes, quebrantados por el fuego de fusilería y de cañón de los defensores, se retiró a una cierta distancia pero siguió haciendo fuego sobre la posición hasta más de las 7 de la tarde, en que se retiró.

Las bajas españolas fueron 1 comandante y 9 de tropa muertos; 1 capitán y 15 de tropa heridos y 1 teniente y 1 soldado contusos.

http://www.revistatenea.es/RevistaA[....]rasypies/PortadaHome.asp?vmenu=home

viernes, 11 de mayo de 2012

viernes, 27 de abril de 2012

75 ANIVERSARIO DE LA CRUZADA ESPAÑOLA 1936-1939 VIVA CRISTO REY!!

http://wwwapostoladoeucaristico.blogspot.com.es

Cuando en España, se quemaban Iglesias, asesinaban patriotas y fusilaban Curas, se creaban separatismos de las Regiones, España hundida moralmente y economicamente, a punto de gobernar LOS COMUNISTAS ATEOS, unos hombres CATOLICOS FALANGISTAS Y REQUETES TRADICIONALISTAS se levantarón contra un regimen corrupto y alejado de Dios  

ARRIBA ESPAÑA Y VIVA SIEMPRE CRISTO REY!!!

sábado, 14 de abril de 2012

Toreros de la Falange








"...El Conde Ciano a Agustín de Foxá:
--A usted lo va a matar el alcohol
--Y a usted, replicó el diplomático -poco diplomático- Marcial Lalanda..."







La revista del Grupo de Estudios del Frente de Madrid, abría su Nº 17 de mayo de 2010 con un artículo central de Rafael González Zubieta "El Zubi", que bajo el título "La Guerra Civil y los Toros en Madrid" (1), analizaba las vicisitudes que la Fiesta y los diestros de la época tuvieron que sufrir durante esa época convulsa

Como es natural, hubo matadores, novilleros y banderilleros en los dos frentes, que dependiendo de su ideología política: Integraron las republicanas Milicias Taurinas del Batallón Galán, embrión de la 96ª BM. que fue conocida como la "Brigada de los Toreros", comandada por el diestro Luis Prados "Litri II", sirvieron el Ejercito Nacional como Manuel Rodríguez "Manolete", o despistados como Rafael Gómez"El Gallo", que viviendo en una casa de huéspedes de Madrid, se recluyó por los tumultos inmediatos al estallido de la guerra y no se enteró del inicio de esta hasta seis semanas después de que comenzara.

De los que militaron en las filas del Falangismo es de los que nos ocupamos aquí, tomando como base principal el citado artículo de "El Zubi".

MARCIAL LALANDA DEL PINO (1903 - 1990):


Hijo y nieto de mayorales de reses bravas, nació en las cercanías del madrileño pueblo de Rivas Vaciamadrid, fue el inventor del quite de la mariposa y uno de los toreros más admirados del escritor Ernest Hemingway


Como presidente de la Asociación de Matadores, se enfrentó al gobierno de la República por el boicot de la misma a los toreros mejicanos que estaban actuando en las plazas españolas sin la debida acreditación. Ante su negativa a torear en la feria de San Isidro del 36, ingresó en la cárcel junto con otros diestros que le secundaron. Por aquel entonces se leían en las calles frases como: "Rusia es la madre de España, México es el padre. Los demás países no son de la familia", por lo que al repetirse la situación en la cuarta de abono tuvo que ser escondido por un seguidor durante cuatro días. En los tendidos había gritos de ¡Viva España!, insultos y navajazos.

Aprovechando un permiso para ir a torear a Francia, y aunque en algunas biografías poco autorizadas se dice que pasó allí la guerra, lo cierto es que cruzo a la zona nacional alistándose a las milicias de Falange, con las que entró en Toledo y Madrid.

En Toledo encontró que no menos de doce miembros de su familia habían sido asesinados por los izquierdistas en la finca de El Puncal (Toledo), entre ellos su primo Pablo Lalanda Gutiérrez, antiguo matador, junto a sus hermanos Martín, Marcial, Salvador y los hijos de este.


Participó en la Corrida de la Victoria, que se celebró en la Monumental de Las Ventas el 24 de mayo de 1939. Toreó en dieciocho corridas en Madrid entre los años de 1939, 1940 y 1941, y se retiró en 1943.

Con ocasión de la visita de Himmler a España el 21OCT40, se vio obligado a participar en la corrida homenaje que se le hizo, se cuenta que siendo condecorado por el jefe de las SS tras la faena, se desprendió del galardón diciendo: "Las medallas para la Virgen": También se dice que quemó la foto de Hitler que le habían regalado según se fue la visita. (F)

En 1978, se querelló contra un periodista que le había acusado de haber instigado la muerte del también matador de toros Félix Colomo, al término de la Guerra Civil, quién no solo no estaba muerto, sino que era el dueño del famoso mesón madrileño "Las cuevas de Luis Candela" (G). Lo cierto es que no solo no instigó la muerte de nadie, sino que intercedió en los tribunales a favor de Litri II (El comandante del "Brigada de los Toreros"), al cual logró salvar y que y llevó en adelante una vida tranquila retirada de los ruedos

Fue asimismo protagonista indirecto de una de las más sabrosas anécdotas atribuidas a Agustín de Foxa:

"Durante su estancia como agregado cultural en Italia su incontrolado genio y su incontrolado ingenio provocaron un conflicto con el entonces influyente cuñado de Mussolini, el conde Galeano Ciano, del que se decía que su mujer le era infiel. Ciano encontró a Foxá entregado a una de sus aficiones, beber whisky, y le criticó el exceso:

- A usted, Foxá, le va a matar el alcohol.

- Y a usted Marcial Lalanda -replicó como una centella el diplomático poco diplomático" (H).
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JOAQUÍN MIRANDA GONZÁLEZ (1894 - 1960).


Novillero sevillano de Triana, fue banderillero y subalterno de diestros como "Maera", "Algabeño" y Marcial Lalanda. Abandonó el toreo tras su matrimonio. Desde 1931, ocupó el puesto de presidente de la patronal de la construcción de Sevilla.


Proveniente del partido maurista, era uno de los miembros de la tertulia del Bar Sport de la calle Tetuán de Sevilla, a donde solía acudir Sancho Dávila. Se afilió a Falange Española y fue el organizador de la CONS de Sevilla. Con el catedrático de José María Cañadas y el rentista Martín Ruiz Arenado, formó parte del primer triunvirato de la Falange sevillana. Sucedió a Sancho Dávila como Jefe Territorial de Andalucía, al trasladarse éste a Madrid para ocuparse de las tareas de la Junta de Mando. Al producirse el Alzamiento, estaba encarcelado por su pertenencia a Falange, siendo liberado y pasando a formar a ocupar la jefatura de milicias en Andalucía occidental.


En agosto de 1936, fue el organizador de la reunión de jefes provinciales de las provincias andaluzas, interviniendo directamente en los sucesos de Salamanca en marzo de 1937, tras los que fue y posteriormente liberado sin cargos.


Según Payne, Miranda aparece como uno de los principales opositores a Hedilla y partidarios de la unificación, junto con Giménez Caballero, apareciendo como vocal en la junta política unificada, como sustituto de Dávila en la Jefatura de Andalucía.


En 1938 fue nombrado Gobernador Civil de la provincia de Huelva. Tras su cese en 1943, fue procurador en Cortes hasta e 1946 en la I Legislatura, pasando en 1949 a formar parte del V Consejo Nacional de FET y de las JONS hasta 1958.


Fue Vieja Guardia de la Primera línea de Sevilla, Palma de plata colectiva, Aspa blanca como ex cautivo de FE y Palma verde como jefe provincial de Sevilla y Huelva.


Tiene el honor de ser el único diestro que aparece ataviado con camisa azul en la "Tauromaquia" de José María de Cossio.
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VICTORIANO ROGER SERRANO "VALENCIA II" (1898 - 1936).

Su apodo taurino le venía de su padre, un modesto banderillero y compartía profesión con su hermano José ("Valencia I"), desde que debuta como novillero en 1916, tomando la alternativa en 1921.

Se cuenta de su torero que era muy parado y ceñido .aunque arrojado y valeroso. Fue el protofalangista del taurinísimo (2), militó en la Falange fundacional y se hizo tristemente famoso por un incidente que le enfrentó al colectivo de taxistas de Madrid, en el que una discusión referente al servicio prestado por el taxista, degeneró en una pelea en la que este llevó las de perder.

Conocida su adscripción falangista, el colectivo gremial no dudó en organizar un boicot a su presentación como matador en Las Ventas, con una huelga del servicio para ese día y una campaña de desprestigio del "Señorito torero y fascista" con lanzamiento de octavillas por todo Madrid.

El día de autos "Valencia II" fue recibido en la plaza por una hostil concurrencia, encabezada por una parte del tendido ocupada por los taxistas. Victoriano se lanzó a una faena temeraria que levantó al público de sus asientos, y que al finalizó fue culminada con el desafortunado gesto de agarrarse los genitales, dirigido al sector hostil.

Ni que decir tiene que desde entonces pasó a engrosar la lista de "enemigos del pueblo". Al comenzar la contienda se escondió en la casa de su amante, que según dicen le denunció para quedarse con sus pertenencias de valor.

Victoriano Roger, fue "paseado" en el pueblo de Hortaleza, el 18 de diciembre de 1936. Cuentan que se ensañaron con él y que su cuerpo, recosido a cornadas, tenía más balazos que cicatrices.
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SATURIO TORÓN GOYANES "EL LEÓN NAVARRO" (1902- 1937)

Nacido en Tafalla (Navarra), Saturio era un hombre de gran envergadura que tras probar suerte como novillero paso a ser banderillero en cuyo arte llegó a tener fama de valiente. Preguntado en una ocasión por ese cambio declaró que hubiera seguido como novillero si los toros pudiesen matarse a puñetazos.

Su filiación falangista era conocida. Apareció como colaborador del primer número de "Arriba" y fue jefe de la escuadra que acuño el término "Escuadra de la muerte" (estandarte de la "Falange de la Sangre") y que fue disuelta tras la expulsión de Ansaldo y la restructuración que impuso José Antonio a la Primera Línea de Madrid en 1935.

Al iniciarse el conflicto, fue encarcelado y condenado a muerte cinco veces en el curso de dos meses, por lo que apadrinado por algunos compañeros de profesión se le ofreció la oportunidad alistarse en la Brigada de los Toreros, donde asumió su compromiso y luchó lealmente por el bando republicano en la Sierra de Guadarrama contra sus antiguos camaradas, llegando a ser capitán por sus méritos y heridas en el frente.

El 1 de enero de 1937 muere en el frente (Guadarrama o Somosaguas) por una explosión de granada.
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JOSÉ GARCÍA CARRANZA, "ALGABEÑO HIJO" (1902 - 1936).

Nacido en La Algaba (Sevilla). Hijo y sobrino de matadores de toros, fue matador de toros, garrochista, rejoneador y terrateniente. Su toreo era "tosco y campero" según Cossío, sobresaliendo en la suerte de matar en la "hincaba la espada hasta el puño".

Su temperamento violento e intimidatorio era el típico del señorito andaluz de la época. Desde el advenimiento de la II República, estuvo involucrado acciones subversivas (como la sanjurjada) y represivas contra militantes de izquierdas. Fue acusado de participar en el asesinato de cuatro obreros en el Parque de María Luisa de Sevilla y a consecuencia de esto sufrió atentado anarquista, en el que quedó herido de varios disparos dentro de su coche cuando salía de la plaza de toros de Málaga en 1934.

Se movió siempre entre los círculos monárquicos y ultraderechistas. Era consocio del Aeroclub y contertulio del ya mencionado bar Sport, pero no existe documentación sobre la relación de Algabeño y la Falange porque su nombre no aparece en los registros que se conservan de camisas viejas sevillanos, constando solo el de su hermano Antonio.

Férnandez Coppel lo sitúa como enlace entre la Falange y Queipo de Llano durante la preparación del alzamiento, cargo que posiblemente ocupa por la militancia de su hermano.

Desde el primer momento aparece agregado al Estado Mayor de Queipo de Llano como escolta y enlace, pero efectúa labores de represión particularmente sangrientas asociado a las tristemente famosas "bandas negras", en las partidas de Ramón de Carranza, alcalde de Sevilla, y más tarde al escuadrón del comandante Alfredo Erquicia Aranda.

Cayó herido en acción de guerra en el frente de Lopera (Jaén) contra las Brigadas Internacionales en la toma del Cerro de San Cristóbal, el 29 de diciembre de 1936 concretamente en la carretera de Villa del Río, muy cerca del cortijo Medina, junto al cruce de la carretera de Madrid.

El hecho de que en el parte radiofónico con el que Queipo de Llano anunció su muerte se le calificara de "falangista", parece dar fe al hecho de que "El algabeño hijo" ero uno de tantos derechistas que se alistó a la "falange de aluvión" de comienzos del conflicto, si bien nadie le vio con otro uniforme que el de la Policía Montada de Sevilla, ni oyó de sus labios otro grito que el ¡Viva España! con el cual dice el romance que murió en los labios.