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viernes, 2 de diciembre de 2011

La importancia de Franco

No podían despedirse personajes tan indignantemente abyectos como el Zapo y su gente, causantes de la ruina de España, sin perpetrar un último o penúltimo delito, propuesto por su comisión de “expertos”… en indecencias. Quieren trasladar a Franco, en contra de toda legalidad y legitimidad, de su tumba en el Valle de los Caídos alegando que no era un caído. El instinto de latrocinio está enormemente desarrollado entre esa gente, como han demostrado hasta la saciedad. El Valle de los Caídos es un creación de Franco, símbolo de su obra de reconstrucción y reconciliación nacional después de la orgía de odios, estupideces y crímenes que fue la república (lean a Azaña) y sobre todo el Frente Popular. Los que han llevado a España a la quiebra y colaborado con el terrorismo, quieren ahora robarle el grandioso monumento y su carácter, apoyándose en la auténtica industria de la mentira que es su antifranquismo impostado (pues los socialistas no hicieron oposición al franquismo, sino que prosperaron en él). Una sociedad que tolera tal mentira sistemática es una sociedad envilecida por unos políticos viles.
Afirman estos antidemócratas y antiespañoles que tenemos al respecto una “asignatura pendiente” y la necesidad de la “memoria histórica”, mientras la derecha escurre el bulto diciendo que hay otras cosas de qué ocuparse. Pues bien, la memoria histórica, si así quiere llamarse, es muy necesaria, y de ella quienes van a salir peor parados, son precisamente los socialistas, principales responsables de la guerra civil entre otras muchas enormes fechorías. Sus monsergas solo pueden mantenerlas edificando un embuste sobre otro con apoyo de medios de masas que también son medios basura. En cuanto a la derecha, también es cierto que hay muchas cosas de las que ocuparse. Pero una de ellas, y muy importante, consiste en situar al franquismo en la historia real como factor de la victoria sobre la revolución y el maquis guerracivilista, y tantos otros beneficios, extraordinarios en varios siglos de decadente historia de España, sin los cuales la democracia no habría sido posible. Una democracia atacada sin tregua por terroristas, corruptos, enemigos de Montesquieu, separatistas y similares. Todos ellos, curiosamente, antifranquistas radicales cuando ya no existe Franco. El antifranquismo no es más que el disfraz del ataque fanático a España y a la libertad.
Dicen que Franco es ya historia. Pues no: es plena actualidad, como se está demostrando. Y la sociedad seguirá enferma mientras no le reconozca sus méritos, insisto que extraordinarios en los cuatro siglos últimos, y de los que tanto sigue beneficiándose el país entero: la paz, la unidad nacional, la prosperidad, la reconciliación y en último extremo la democracia. Justamente las cosas que intentan echar abajo los antifranquistas, desde De Juana Chaos a su afín ideológico y favorecedor el Zapo, pasando por incontables bergantes y farsantes. Los autores, repito, de la actual ruina de España.

2 comentarios:

  1. ¡Viva Franco!
    Aunque no creo que Franco quisiera volver a la democracia, que es lo peor que hay.
    Franco quería volver al Antiguo Régimen, sólo que se equivocó de dinastía...
    Un saludo desde Uruguay.

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  2. Muy cierto es el comentario anterior. Los Borbones en España fueron una peste negra. El Caudillo debio haber tratado de que los Habsburgo volvieran a reinar, que tanta gloria le dieron.

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