Nos acusan los eternos enemigos de España de haber destruido una democracia. Nosotros podemos responderles: ¿Dónde estaba la virtualidad de aquella democracia? Hemos destruido el abuso, borrado la apariencia de una democracia, la garrulería de una democracia... Para nosotros, la democracia no es la explotación del hombre, ni de la masa; no es el hambre, la miseria y la desesperación en los hogares, amparados en el formulismo de presentar unos nombres cada cuatro o cinco años y preguntar a cuál queréis para que la masa, engañada, conteste como en aquella triste y primera elección, y diga: ¡Barrabás! No; nosotros no sujetamos la suerte de la Patria a esas desdichas; entendemos la democracia por la participación real del hombre en las tareas del Estado. Pero el hombre sólo puede ser eficaz e intervenir en las tareas del Estado a través de sus organizaciones naturales, a través de la familia: el que crea una familia, el que la mantiene y preside, es el que debe llevar la voz, y no los que de él dependen. A través del Municipio, como asociación primaria que vive y conoce; por medio del Sindicato en que se encuadra, conoce a los que trabajan en él y sus intereses y necesidades. A través de esos Ayuntamientos y Sindicatos intervienen los hombres en la vida de España, pero no con aquella democracia falsa y explotadora que hoy pedía el voto para engañarnos mañana. Esa democracia la repudiamos.
Nuestra democracia está en reconocer y sentir las necesidades de las provincias, en recoger vuestros anhelos, concretados en esos Consejos económico-sociales, donde los Sindicatos, las Corporaciones y las Hermandades exponen sus necesidades, donde se alzan las voces de "queremos préstamos agrícolas", "queremos que se rieguen nuestras tierras", "pedimos más justicia en el reparto de beneficios", "ansiamos fábricas para nuestros obreros y obreras" o "necesitamos que la ley de Dios domine en las relaciones de los hombres".
(25-IV-1956: Huelva.)
Viva Franco y Arriba España!!! el franquismo nunca morirá
ResponderEliminarAun muerto, nuestro Caudillo sigue velando por su país. ¡¡España: Una, Grande y Libre!!
ResponderEliminar