El domingo 29 de mayo cerca de las 20 horas falleció en la ciudad de Bahía Blanca, el Almirante ® Carlos Hugo Robacio, Héroe de Malvinas y símbolo de la defensa nacional.
La ciudad de Caleta Olivia tuvo el honor de recibirlo el pasado 25 de mayo, y en esa fecha patria escuchar su disertación sobre la gesta del 1982 y la importancia estratégica del territorio insular argentino usurpado por los Británicos.
Sin dudas este “guerrero de la Patria” deja un legado importante que perdurará en el tiempo, por sus profundas convicciones y por la humildad con la que daba su testimonio.
Siempre mencionaba a sus “casi 800 hijos”, sus soldados del Batallón de Infantería 5 (BIM5) y los efectivos de Ejército que comandó durante la defensa de las alturas que circundaban Puerto Argentino. Precisamente algunos de ellos se reencontraron con él luego de 29 años de compartir la trinchera, al finalizar la conferencia en la Cámara de Comercio de esta ciudad.
Fue en esa conferencia en donde recibió el afecto de la comunidad, cuando poco más de un centenar de personas le brindaron un cerrado aplauso de agradecimiento.
Este “combatiente” ya anciano no dejaba de repetir. “la Patria existe”; y tal vez en esta sencilla reunión lo corroboró.
Este “combatiente” ya anciano no dejaba de repetir. “la Patria existe”; y tal vez en esta sencilla reunión lo corroboró.
Emocionado recibió presentes de la asociación Sanmartiniana local y del Regimiento de Infantería 25 de Sarmiento, guarnición en la que ayer se realizó una formación de honor y se colocaron las banderas a media asta.
Héroes
Todo homenaje parece insuficiente para este Hombre generoso y de profunda fe cristiana, que rezaba el rosario en el “pozo”, cuando junto a sus soldados defendía la soberanía en la islas australes. Y con la misma energía que rezaba, también combatía.
De esto fueron testigos los paracaidistas británicos, los soldados escoceses y galeses y los nepaleses gurkas que debieron combatir contra el BIM5.
Decían los británicos que lo enfrentaron: “No se retiraron. En cambio los Argentinos de la montaña de Tumbeldown a 8 millas por el sur, donde la Guardia Escocesa tendría que enfrentarse a la mas violenta de todas las acciones. Allí se hallaba un batallón de Infantes de Marina Argentinos, muy expertos y bien atrincherados... los Infantes de Marina disparaban sin cesar y de manera impresionante”, relataban sus adversarios en la batalla.
Finalizado el combate, el BIM 5 retornó a Puerto Argentino e ingresó al pueblo desfilando, portando sus estandartes y con armamento. Robacio, junto a su segundo permanecían aún en el frente protegiendo el repliegue.
Con la bravura con la que combatió, también vivió la pos guerra. Nunca se olvidó de los suyos y trabajó incasablemente para que no se olviden de esos “leones” con los que defendió la Patria.
Y repetía “Leones”, para demoler ese mito humillante de los chicos de la guerra, con los que pretendieron estigmatizar a nuestros Héroes.
Ahora, el soldado descansa y su nombre no será olvidado. Desde su cuna en el pueblo de Caa Catí (Corrientes), en su querida Río Grande (Tierra del Fuego), pasando por la turba Malvinera y en su ciudad de residencia Bahía Blanca (Buenos Aires); en cada lugar de nuestro extenso país, el nombre de Carlos Hugo Robacio será siempre símbolo de Valor y entrega a la Patria.
El homenaje que no fue
Era el mediodía del 24 de mayo de 2011, y no había forma de atravesar el piquete sobre la ruta 12, entre Caleta Olivia y Cañadón Seco. En Los Antiguos, lo esperaba toda la comunidad que quería expresarle su admiración y afecto.
Pero eso no pudo ser posible y el traslado a esa localidad pre cordillerana se suspendió. Iba a ser declarado Huésped de Honor y participar de los actos por el Día de la Patria y el estaba deseoso de llegar. Al partir hacia Buenos Aires, comentó que quería regresar y que llegaría a Los Antiguos.
“No me importan los honores, yo soy un hombre simple. Lo que quiero es conocer a esa gente que hace Patria allá en los Antiguos”, comentó.
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